Todos buscamos tener relaciones humanas sanas y armónicas, queremos amarnos, amar y ser amados. Amar nuestra humanidad, es decir, nuestra propia existencia, nos lleva a poder amar y respetar la existencia del otro y esto es Revolución.
Cuando nos relacionamos desde este lugar, pureza, compasión y ternura, significa también entender que todos estamos heridos, tenemos procesos y deseos distintos; y eso es amarnos y amar la humanidad desde el entendimiento.
Al relacionarnos y conectar con un otro, nos abrimos a la posibilidad de amar y ser amados, y al mismo tiempo nos abrimos a la posibilidad de dejar ir y soltar. Esto de soltar, no quiere decir que no habrá dolor, el dolor es parte de nuestra experiencia espiritual en esta vida humana, no va a dejar de haber dolor, pues así como hemos nacido y tenemos derecho pleno al placer, de la misma forma ,en dualidad, el dolor es inevitable. Tener miedo al dolor, es no confiar en la vida y la vida es perfecta.
Solo reconociéndonos humanos y amar nuestra existencia, podremos amar al otro con libertad y sin juicios, solo desde la apertura del corazón y confianza plena.
¡Hagamos revolución en el mundo, por ti, por nosotras y por los otros!
Nos amo.
Por Sofía Torres Gigante.